MARCHENA


Conoce Marchena 

Hablar de Marchena es hablar de un lugar por donde el tiempo pasa de forma pausada, donde aún se conservan los buenos valores de antaño que siempre hacían única a la gente de los pueblos, la gente sencilla y alegre, los vecinos que se conocen de toda la vida, y donde al extranjero se le recibe siempre con los brazos abiertos.




  










Situada a 87 kilómetros de Córdoba, y a 60 kilómetros de Sevilla, se encuentra encuadrada en un lugar formidable, donde cualquier visitante puede pasar un rato agradable paseando por sus calles, visitando sus monumentos y templos, y disfrutando por un precio bajo de una excelente comida casera.
Si visitas Marchena, no te puedes ir sin visitar sitios tan históricos como la Iglesia de San Juan, que es la Iglesia principal de Marchena, con su magnífico retablo que figura en el altar mayor, el precioso coro de la Iglesia con su imponente órgano barroco, o los cuadros de Zurbarán que figuran en la sacristía de la Iglesia.















 La Iglesia de San Agustín tampoco te puedes ir sin verla, sólo con entrar te podrás quedar boquiabierto, única iglesia de arte precolombino en Andalucía, con sus detalles americanos, angeles mestizos....

 
 

 Tampoco te puedes ir sin visitar la Iglesia de Santa María, en su día Iglesia propia del Duque Ponce de León, que también fue refugio y sanatorio de los soldados cristianos que luchaban en la Reconquista, y que hoy custodia la Hermandad del Santo Entierro y Nuestra Señora y Madre de la Soledad. Allí tienes a una de las pocas Imágenes de Virgen Dolorosa que figura con el símbolo de protectora en forma de “ocho” y que, por esa protección a los soldados cristianos, figura como la Madre de todos los marcheneros.

 

 
Y si de verdad te quieres llevar un buen recuerdo de Marchena, y tener un motivo más para regresar, llévate desde la plaza de abastos una buena cantidad de embutidos, chacinas o manteca "colorá", que se realizan con un sabor único. En sus pastelerías, que son también de obligada visita, puedes degustar las tortas de manteca o esas empanadas tan buenísimas que hacen. Y además, tampoco te puedes olvidar de los molletes que se hacen a diario...que buenos están con nuestro aceite virgen de oliva, ni del aguardiente, ni del pan, que se sigue haciendo y horneando como toda la vida.
Si te gusta la esencia pura de Marchena, vente en Semana Santa o, si deseas divertirte, vente a la Feria que se celebra la última semana de agosto.
Con todo esto, estamos seguro de que repetirás tu visita a Marchena, donde todos estarán encantados de que regreses.

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